El proyecto supuso la construcción de esta vivienda de 850 m2, repartidas en 3 plantas donde prima la luminosidad, conseguida con amplios ventanales, y la amplitud de espacios, ambas características reflejadas en el salón, de casi 100m2 y donde el protagonismo indiscutible lo tienen los grandes ventanales que permiten una perfecta visión del jardín y del gran árbol que lo preside. El gran reto de esta obra fue, sin duda, la perfecta conservación de este gran árbol centenario